Cada práctica deportiva tiene su peculiaridad. En el deporte el gesto deportivo nos hace tener unas lesiones y sobrecargas musculares comunes a los deportistas que las practican. En el futbol tenemos que estar muy atentos al tobillo , a la rodilla y a la cadera.
De la cadera dependerá muchas veces de que coloquemos los pies hacia adentro o hacia fuera. Después tenemos la rodilla que juntamente con la rotaciones internas y externas de la tibia provocaran unos pies con momentos de fuerza hacia adentro o hacia fuera del pie . Eso es precisamente lo que conocemos como pies pronadores o pies supinadores.
Tenemos que estar muy atentos en el futbol en dos aspectos uno de ellos es el calzado y el otro el terreno de juego.
Las botas de fútbol son muy estrechas y en caso de hacer plantillas tenemos que adaptarnos muy bien a su estructura.
Las lesiones que nos encontramos mayormente son esguinces de tobillo por inestabilidad de la articulación subastragalina, sobrecarga en la zona metatarsal que puede provocar fracturas de stres y problemas muscular en la planta de los pies como fascitis plantar.

También hay lesiones dermatológicas como uñas clavadas, verrugas y micosis en uñas y en planta de pies.
Observamos lesiones diferentes entre los futbolistas que juegan en campos de césped artificial, césped natural y futbol sala.
Observamos desde la clínica que el futbolista presenta unas tibias varas más acentuadas que en otros deportes , esto es debido al gesto deportivo. Desde la infancia el futbolista utiliza la parte interna del pie para recibir y pasar la pelota, esto provoca en algunos futbolistas sobrecarga de los músculos abductores de la cadera.